Al elegir el tamaño de una aguja intravenosa, es importante considerar al paciente. Las agujas de menor calibre son más grandes y sobresalen más al insertarse en una vena.
Al seleccionar el calibre adecuado de un catéter intravenoso periférico, es fundamental asegurarse de que satisfaga las necesidades del paciente. Esto implica considerar diversos factores, como la terapia prescrita o el tipo de solución, la duración del tratamiento, la disponibilidad e integridad de la vena, teniendo en cuenta la edad y las complicaciones conocidas al elegir un dispositivo.
Las normas de práctica de la Sociedad de Enfermeras de Infusión establecen que se debe utilizar el calibre y la longitud más pequeños con el menor número de lúmenes. Es importante utilizar un dispositivo que se adapte a la terapia prescrita sin complicaciones ni dificultades.
Diferentes tipos de agujas de calibre intravenoso: agujas de calibre 18, 20 y 22
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta al colocar una vía intravenosa es el grosor de la aguja. Las agujas se clasifican por calibres, y los números más pequeños indican agujas más gruesas. Existen tres tamaños comunes: calibre 18, calibre 20 y calibre 22. En este artículo, analizaremos cada uno en detalle.
Cuando esté en el hospital, todas sus agujas intravenosas estarán codificadas por colores. La aguja número 22 es azul y la 18 es verde. El rosa representa un calibre mediano, justo entre ambas.
Como enfermero/a principiante, puede resultar difícil identificar los calibres de diferentes tamaños durante una emergencia donde la velocidad es fundamental. Por suerte, muchos fabricantes codifican por colores sus agujas intravenosas para que puedas identificar fácilmente cuál funciona mejor bajo presión cuando el tiempo apremia. Para ayudarte a recordar el significado de cada marcador de color, aquí tienes una pequeña rima:22" es igual a 'azul' mientras que "18" Equivale a "verde". ¡Adivinaste! El rosa representa el punto medio, conocido como calibre medio.
Además de los tamaños comunes mencionados anteriormente, también hay dos tipos de calibres intravenosos menos utilizados: 24 y 16. El primero se utiliza a menudo en pediatría debido a su tamaño más pequeño, mientras que el segundo se puede encontrar en unidades de cuidados intensivos o durante procedimientos quirúrgicos.
Sin embargo, como enfermero trabajarás con mayor frecuencia con agujas de calibre 18, 20 y 22, ya que son comunes en diversas áreas de enfermería.
La importancia de seleccionar el calibre adecuado
Las agujas vienen en diferentes tamaños y calibres. Por ejemplo, las agujas grandes se usan para extraer sangre, mientras que las pequeñas se pueden usar para administrar inyecciones o retirar puntos en procedimientos como biopsias de piel, que requieren instrumentos más pequeños que un bisturí. La importancia de usar el calibre correcto radica en que algunos procedimientos de enfermería solo requieren agujas de cierto tamaño. Si tiene un paciente al que le deben extraer sangre, debe elegir una aguja lo suficientemente grande para evitar repinchazos que puedan causarle frustración y dolor.
Por lo tanto, antes de colocarle una vía intravenosa a un paciente, pregúntese qué tipo de procedimientos se le realizarán mientras esté bajo su cuidado. Usos comunes de la vía intravenosa diferentes tamaños de calibre Se enumeran a continuación. Tenga en cuenta que cada institución tiene sus propios protocolos, así que siempre consulte con ellos primero.
- calibre 16Este tamaño de vía intravenosa se utiliza principalmente en la UCI o en áreas de cirugía. Su gran tamaño permite realizar diversos procedimientos, como la administración de sangre y la administración rápida de líquidos, entre otros.
- calibre 18Este catéter de gran tamaño es ideal para administrar líquidos rápidamente o sangre. Puede usarlo para realizar protocolos de TC-EP y otras pruebas que requieran una sonda intravenosa más grande.
- calibre 20Con un calibre menor, es posible que pueda bombear sangre a través de este calibre si no puede usar un calibre 18. Sin embargo, siempre consulte el protocolo de su empleador, ya que probablemente sea mejor para pacientes con venas más pequeñas.
- calibre 22Este tamaño pequeño es perfecto para pacientes que no necesitan una vía intravenosa prolongada o que no están gravemente enfermos. Dado que suele ser demasiado pequeño para administrar sangre, algunos protocolos hospitalarios permiten el uso de 22 G si es necesario.
- calibre 24Este tamaño suele usarse solo como último recurso para una vía intravenosa en la población adulta. Debería ser su primera opción si trabaja con pacientes pediátricos.
*Consulte siempre el protocolo de su hospital sobre la administración de hemoderivados. Es posible que pueda usar agujas intravenosas de calibre 20 o 22, pero algunos hospitales exigen una vía central y solo permiten la administración a través de estas vías con calibres más pequeños (18-20 g).
La tecnología de las vías intravenosas en la enfermería actual
Aunque la función de retracción de la aguja es una incorporación moderna y bienvenida a los diseños intravenosos, no siempre estuvo ampliamente disponible. De hecho, antes, cuando las enfermeras colocaban una vía intravenosa (IV), solían usar agujas que permanecían dentro del brazo del paciente durante todo su turno o hasta que el análisis de sangre diera negativo. Sin embargo, hoy en día, este tipo de procedimientos requiere mucho menos tiempo, ya que una vez que se inserta la cánula en la vena con poca resistencia, su punta afilada se retira automáticamente de la vista sin ningún esfuerzo adicional por parte del paciente.
El mecanismo de seguridad de la aguja retráctil, presente en la mayoría de las vías intravenosas actuales, puede reducir drásticamente el riesgo de pinchazos accidentales. Muchas enfermeras han contraído enfermedades graves o incluso mortales a causa de las agujas, por lo que este es un problema muy importante que debe abordarse en los entornos sanitarios.
Cuando elija el tamaño de aguja correcto y aún no esté seguro acerca de la venopunción, puede elegir agujas adicionales. equipo de venopunción para ayudarle a encontrar la vena más adecuada, reducir el número de punciones, mejorar la tasa de éxito y la satisfacción del paciente.